Su zona frontal ampliada aumenta su presencia visual y vibratoria, ideal para desencadenar ataques reflejos en zonas poco profundas. El agua pasa por las cavidades frontales, se comprime y luego evacua por los conductos situados bajo las agallas, generando turbulencias, estabilidad y una pronunciada acción de balanceo. Su acción ajustada y su sutil silbido lo hacen muy eficaz sobre black bass y percas en ríos y lagos.